pensamiento iberoamericano

Revista de la Secretaría General Iberoamericana


El papel de los bancos regionales

Luis Jiménez

Representante del BID en Europa

Verónica Frisancho

Economista Jefe de CAF

Lea Giménez

Asesora Ejecutiva de la Presidencia de CAF


Desde su perspectiva, ¿cuál es principal desafío para la financiación al desarrollo en la actualidad?


BID: Los principales desafíos que enfrenta la financiación al desarrollo son múltiples. Por un lado, desde la pandemia de Covid-19 los países de todos los niveles de desarrollo han visto mermada considerablemente su capacidad fiscal, limitando así el margen de maniobra para las inversiones y la financiación de las políticas de desarrollo. Paralelamente, las actuales tensiones geopolíticas y la fragmentación del comercio internacional están perjudicando desproporcionadamente más a los países de renta media y baja. Por último, estos dos factores, combinados con la reciente presión inflacionista y la subida de los tipos de interés, han contribuido a que el capital privado destinado a inversiones productivas se aleje de los países en desarrollo y emergentes.

Este contexto se produce en un momento de crecientes demandas sociales acompañadas de la urgencia de afrontar retos globales como la lucha contra el cambio climático y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contenidos en la Agenda 2030.

Es por estas razones que la comunidad internacional del desarrollo, junto con todos los actores de las finanzas internacionales, estamos trabajando juntos para fortalecer nuestra colaboración y mejorar la forma en que trabajamos como sistema para ofrecer un mayor impacto y escala. Algunos de los puntos de acción más necesarios incluyen, entre otros:

  • Continuar la reforma de la Arquitectura Financiera Internacional promovida por el G20, para movilizar adecuadamente la financiación a largo plazo necesaria para abordar múltiples retos. Se necesitan soluciones y reformas financieras innovadoras para hacer frente a problemas nuevos y emergentes.
  • Impulsar la capacidad fiscal de los países para movilizar mejor los recursos internos, para impulsar la eficiencia en el gasto público y su alineación con los ODS.
  • Reformar los mercados financieros nacionales. Es necesario reforzar los entornos empresariales propicios y desarrollar los mercados financieros y de capitales nacionales para garantizar un acceso más equitativo a los recursos financieros a fin de movilizarlos para inversiones productivas y para financiar el desarrollo sostenible.
  • Aumentar la inversión privada a largo plazo en los países de renta media y baja, facilitando las inversiones en proyectos y activos de desarrollo por parte de inversores privados institucionales a través de instrumentos como la financiación mixta y las garantías.

Con la presidencia del grupo de jefes de los bancos multilaterales de desarrollo (BMDs) en 2024, el BID ha estado a la vanguardia de este esfuerzo junto con otros BMDs, instituciones internacionales y países socios, en particular en el marco del G20 y las reformas impulsadas por la CAF Review.

CAF: El reto central es transformar la financiación al desarrollo para que sea más accesible, sostenible y eficiente en la movilización de recursos a gran escala. Algunos desafíos puntuales tienen que ver con el entorno global, que impone condiciones financieras más restrictivas, encareciendo el acceso a financiamiento para países en desarrollo, reduciendo su capacidad de endeudamiento y aumentando los riesgos de sobreendeudamiento.

Un segundo desafío está vinculado a la posición fiscal de nuestros países. Muchos países de ingresos bajos y medianos enfrentan altos niveles de deuda, lo que limita su capacidad de invertir en desarrollo sin comprometer su estabilidad macroeconómica. La falta de mecanismos efectivos de reestructuración de deuda y la ausencia de financiamiento en condiciones favorables agravan esta situación. Esta cautela fiscal ha puesto de relieve la necesidad de que los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) pongan mayor énfasis en el sector privado, los gobiernos subnacionales y las instituciones públicas no soberanas.

En este contexto, es fundamental fortalecer los mercados financieros locales mediante el desarrollo de instrumentos financieros innovadores, facilitando los flujos de inversión nacional y extranjera y ampliando las opciones de financiamiento más allá de los gobiernos centrales. Esto requiere mejorar la capacidad de las empresas públicas y los gobiernos subnacionales para ser elegibles para el financiamiento, al tiempo que se fomenta un sector privado dinámico que incluya tanto a las pequeñas y medianas empresas (PYME) como a las grandes empresas bien establecidas.

Un tercer desafío está relacionado a la magnitud de los recursos que se necesitan. Por un lado, el capital privado aún no fluye con la escala y velocidad necesarias hacia sectores clave del desarrollo. Por otro lado, existen límites a lo que la cooperación internacional y los BMD pueden hacer. Los flujos de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) no han crecido al ritmo necesario y están cada vez más condicionados por prioridades geopolíticas. Además, la arquitectura financiera global sigue fragmentada, con poca coordinación entre bancos multilaterales, instituciones bilaterales y actores privados.

En última instancia, la superación de estos desafíos dependerá de la capacidad de los BMD para actuar como facilitadores, ayudando a los países a movilizar recursos, profundizar los mercados financieros y cerrar la brecha entre el capital disponible y las necesidades de desarrollo apremiantes.


¿Y los desafíos específicos para la región iberoamericana?


BID: Si bien la región latinoamericana y caribeña comparte muchos de los retos globales mencionados arriba, también se enfrenta a un triple desafío:

  • Las crecientes demandas sociales, en un contexto de recursos fiscales limitados y de crecimiento lento, se han visto agravadas por la baja capacidad institucional, la pobreza, la desigualdad y la violencia.
  • El bajo crecimiento de la productividad, el insuficiente desarrollo de las infraestructuras y las barreras a la participación económica dificultan el desarrollo y el crecimiento económico de la región.
  • El cambio climático y la degradación medioambiental suponen amenazas significativas para el desarrollo, aumentando la pobreza y la desigualdad, y causando daños económicos y a las infraestructuras.

A pesar de los retos, la región tiene potencial de desarrollo gracias a sus recursos naturales, su protagonismo creciente en servicios digitales y su población joven, que pueden impulsar el crecimiento económico y la innovación. Además, la región no solo tiene lo que se necesita para alcanzar sus propios objetivos de desarrollo, sino que también forma parte de la solución a algunos de los mayores retos compartidos del mundo.

  • Primero, en lo que respecta a la naturaleza y la biodiversidad, la región alberga la selva amazónica, que desempeña un papel vital en la mitigación del cambio climático para todo el mundo.
  • Segundo, en relación a la seguridad alimentaria, la región produce alimentos suficientes para alimentar a 1.300 millones de personas y contribuye aproximadamente en un 40% a las exportaciones mundiales netas de alimentos.
  • Por último, a medida que el mundo avanza hacia las energías limpias, la región ya obtiene aproximadamente el 30% de su energía de fuentes renovables. América Latina y el Caribe  posee 2/3 del litio y el 38% del cobre del mundo, elementos cruciales para la transición verde.

A ello se añade el talento existente en la región, que puede servir de fuente de innovación y crecimiento de la productividad. Con las reformas y la inversión adecuadas, la región podría situarse en el centro de los esfuerzos para proteger la biodiversidad mundial, aliviar la inseguridad alimentaria global y suministrar energía limpia al mundo. Al mismo tiempo, puede avanzar en la reducción de la pobreza y la desigualdad y en el impulso del crecimiento sostenible.

CAF: En primer lugar, existe un espacio fiscal limitado en los países de la región. Tras la pandemia y en medio de un entorno macroeconómico desafiante, muchos gobiernos enfrentan restricciones presupuestarias que limitan su capacidad para invertir en proyectos de desarrollo sin comprometer la sostenibilidad fiscal.

En segundo lugar, las condiciones financieras internacionales imponen altos costos del financiamiento. El alza de tasas de interés en mercados desarrollados y la volatilidad financiera han encarecido el costo del financiamiento externo para la región, afectando tanto a los gobiernos como al sector privado. Si bien el FED inició el proceso de normalización de las tasas, el mismo ha ido más lento de lo esperado.

En tercer lugar, la transición hacia economías más sostenibles y resilientes requiere niveles de inversión sin precedentes. El escalamiento del financiamiento climático y de infraestructura sostenible, sin embargo, es insuficiente. La canalización de financiamiento privado, en particular, es limitada debido a riesgos percibidos altos, barreras regulatorias y falta de instrumentos adecuados de mitigación de riesgos.

Este es el mensaje que queremos reforzar en los próximos encuentros en los que tendremos oportunidad de participar: la cuarta Conferencia Internacional Sobre Financiación para el desarrollo en Sevilla, la Cumbre UE CELAC en Bogotá y la Cumbre Iberoamericana  2026 en Madrid.


¿Qué papel deben desempeñar los bancos regionales?


BID: En el escenario actual de reforma de la arquitectura financiera internacional, se ha renovado el enfoque sobre la necesidad de los Bancos Públicos de Desarrollo (BPD) de estar a la altura de las circunstancias frente a desafíos globales. Esto requiere una cooperación más eficiente y efectiva entre los BMD y los Bancos Nacionales de Desarrollo (BND) en mercados emergentes y economías en desarrollo, que contribuya a solventar los fallos de mercado y a movilizar más recursos del sector privado. Estos fallos incluyen:

  • Falta de acceso a financiamiento: los sectores emergentes y las tecnologías de vanguardia suelen tener dificultades para acceder a financiamiento privado debido a los riesgos percibidos, lo que requiere la intervención de los BPD.
  • Horizonte de inversión a largo plazo: los inversores privados suelen evitar proyectos de largo plazo, especialmente aquellos relacionados con infraestructura y sostenibilidad, donde los BPD pueden intervenir ofreciendo plazos más adecuados.
  • Riesgos financieros elevados: los proyectos de infraestructura sostenible presentan riesgos financieros elevados en sus primeras etapas, que los BPD ayudan a mitigar con garantías y productos financieros especializados.
  • Desarrollo del mercado: los BPD pueden desempeñar un rol clave en la estructuración de proyectos y el desarrollo de mercados, brindando asistencia técnica y recursos adicionales a desarrolladores y pymes, e incluso actuando como inversores ancla.

El rol de los BPD en la financiación de proyectos e inversiones sostenibles ha venido evolucionando en la última década, convirtiéndose en un motor clave en la movilización de capital público y privado, ya sea nacional y/o internacional, hacia sectores que promuevan el desarrollo sostenible y el crecimiento económico a largo plazo. Estas instituciones no solo actúan como catalizadores de la inversión, sino que, debido a su mandato de desarrollo, tienen un papel central en apoyar proyectos en sectores que enfrentan dificultades para acceder al financiamiento privado, como las tecnologías emergentes o la infraestructura sostenible, que son menos atractivas para los actores tradicionales del mercado.

CAF: Los bancos multilaterales de desarrollo, como la CAF, desempeñan un papel fundamental como articuladores de los principales actores del desarrollo y facilitadores de plataformas de diálogo y coordinación. Actúan como intermediarios honestos (honest brokers) entre las partes interesadas (gobiernos, sector privado, sociedad civil y otras instituciones financieras) que pueden desconfiar entre sí debido a asimetrías de información o a una experiencia limitada de trabajo en conjunto. Al fomentar entornos transparentes y colaborativos, cierran brechas que obstaculizan el progreso del desarrollo.

Si bien los bancos multilaterales se evalúan utilizando métricas similares a las de las instituciones financieras privadas, su misión trasciende la búsqueda de beneficios. Deberían evitar operar como bancos privados, ya que hacerlo socavaría su relevancia para el desarrollo. En cambio, su ventaja competitiva radica en la producción de resultados tangibles y positivos para los países a los que sirven, no solo en la concesión de préstamos. CAF y otros bancos de desarrollo regionales pueden desempeñar un rol clave al apalancar recursos privados mediante garantías, cofinanciamiento y la estructuración de proyectos con impacto económico, social y ambiental. También pueden innovar en el uso de instrumentos financieros como bonos temáticos (verdes, sociales, de sostenibilidad) y atraer financiamiento concesional para facilitar la inversión en sectores estratégicos.

Más allá de las mejoras propuestas en su potente brazo financiador, los bancos de desarrollo regionales también pueden ser actores estratégicos que articulen esfuerzos públicos y privados. Por un lado, el impulso a la integración regional a través de inversiones en infraestructura transfronteriza, digitalización y desarrollo de cadenas de valor regionales, puede promover la integración económica y mejorar la competitividad de los países. Por otro lado, los BDM están en una posición clave para proveer asistencia técnica y así mejorar la calidad de los proyectos, fortalecer marcos regulatorios e institucionales y facilitar la absorción de inversiones en sectores estratégicos. Por último, los BDM pueden contribuir a la agenda desde un rol de “evangelizador”, a través de la producción de conocimiento sobre brechas de financiamiento y brechas en las ODS y su difusión. Los BDM en la región pueden ser los embajadores de los países iberoamericanos en esta conversación.


En este sentido, ¿cuál es la propuesta de valor del BID/CAF?


BID: En nuestra Estrategia Institucional mencionamos que una combinación apropiada de instrumentos puede ofrecer soluciones pertinentes para contextos heterogéneos. Dada la limitación del balance general del BID, BID Invest y BID Lab en comparación con el déficit de un billón de dólares para el financiamiento de los ODS y las restricciones fiscales de clientes y donantes, la movilización de recursos privados debe ser una consideración clave al desplegar los instrumentos y la capacidad de las tres entidades . Además, promover el desarrollo de productos estandarizados, que aprovechen experiencias y prototipos exitosos y, al mismo tiempo, den margen para realizar ajustes a nivel de país, ayudarán a ganar eficiencia, reducir el tiempo de llegada al mercado y aumentar las posibilidades de ampliación de escala de las intervenciones del BID, BID Invest y BID Lab.

Además de instrumentos más tradicionales, como préstamos y garantías, hemos ampliado progresivamente el abanico de opciones que ofrecemos para lograr estos objetivos:

  • El uso de incentivos que recompensen el impacto en el desarrollo. Con el Programa Piloto BID CLIMA, nos convertimos en los primeros en diseñar un mecanismo sistematizado a nivel institucional para poner a prueba un enfoque novedoso y ambicioso que recompensa las inversiones en los compromisos climáticos y de biodiversidad. BID CLIMA se basa en el trabajo innovador del BID, al apoyar el diseño del primer bono vinculado a la sostenibilidad del mundo, emitido por el Gobierno de Uruguay, que incluye una reducción del tipo de interés si se cumplen ciertos indicadores clave de desempeño relacionados con la naturaleza y el clima.
  • Conversiones de deuda. En 2023, con el apoyo del BID y la Corporación Financiera de Desarrollo de Estados Unidos (DFC, por sus siglas en inglés), Ecuador completó una conversión de deuda que le permitirá asignar recursos para la conservación marina a largo plazo en las Islas Galápagos, con el fin de promover una mayor sostenibilidad y mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos. Se trató de la mayor conversión de deudadel mundo hasta ese momento, generando ahorros totales de más de US$1.126 millones. Además, el BID ha apoyado políticas de fortalecimiento institucional para la gestión ambiental y de la deuda pública en el país. En 2024, se completaron conversiones de deuda con apoyo del BID en Bahamas, Barbados y una segunda operación en Ecuador, esta última para conservación de la región amazónica de ese país.  
  • Los bonos temáticos también han sido un instrumento innovador que el BID se ha esforzado en promover. Además del ejemplo arriba citado de Uruguay, hemos apoyado a actores del sector privado. Así, en octubre de 2024, BID Invest ha sido el principal inversor en los primeros bonos de titulización sostenibles multi-cedente en el mercado mexicano, respaldados por préstamos de cuatro instituciones financieras no bancarias centradas en el sector agroindustrial de México, junto con el Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBank) y FIRA entre otros, con los que hemos prestado servicios de asesoría a los participantes.
  • También hemos llevado a cabo distintas operaciones para liberar capital que podamos emplear en nuevas operaciones. Desde el BID firmamos, en marzo de 2024, un acuerdo de garantía con la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (SIDA), que aumenta la capacidad del programa Amazonía Siempre. Asimismo, BID Invest anunció en octubre de 2024 la titulización Scaling4Impact, por valor de US$1.000 millones. Esta titulización ha sido la primera de su tipo para que inversores privados compren activos de BMD de América Latina y el Caribe.

CAF: CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe) ofrece un modelo distintivo y eficaz para el financiamiento del desarrollo, basado en su estructura de gobernanza, eficiencia operativa, marco de membresía equitativa y experiencia regional. La propuesta de valor de CAF en la agenda de financiamiento para el desarrollo se basa en su capacidad para combinar financiamiento, conocimiento y articulación regional para impulsar el desarrollo sostenible e inclusivo en América Latina y el Caribe.

CAF es un banco de desarrollo diseñado desde, por, y para América Latina y el Caribe. Su conocimiento de los desafíos estructurales y coyunturales de la región le permite diseñar soluciones adaptadas a las necesidades específicas de cada país, incorporando la dimensión regional en sus estrategias de financiamiento. A diferencia de otras fuentes de financiamiento, CAF ofrece líneas de crédito adaptadas a las necesidades de sus países miembros, con esquemas más flexibles y respuestas rápidas en momentos de crisis. Su capacidad de financiamiento contracíclico le permite apoyar a los países en situaciones de shock económico o desastres naturales.

El brazo financiero de CAF no solo proporciona financiamiento directo a los gobiernos y el sector privado, sino que también apalanca recursos privados mediante garantías, cofinanciamiento y la estructuración de vehículos financieros innovadores, como bonos temáticos (verdes, sociales, sostenibles) y blended finance.

CAF ha fortalecido su compromiso con el financiamiento verde y el desarrollo sostenible, canalizando recursos hacia la transición energética, la biodiversidad y la adaptación climática. Su estrategia busca cerrar la brecha de financiamiento climático en la región y apoyar a los países en el cumplimiento de sus compromisos ambientales. Dicho esto, CAF ha sabido retener su ventaja comparativa en otros sectores emblemáticos para la institución en su agenda fundadora centrada en integración regional. CAF desempeña un papel clave en la financiación de infraestructura transfronteriza, logística y digitalización, promoviendo la integración económica de la región y el desarrollo de cadenas de valor regionales.

Más allá del financiamiento, CAF aporta valor a través de asistencia técnica, fortalecimiento institucional y producción de conocimiento aplicado a políticas públicas. Su capacidad de articular esfuerzos entre gobiernos, sector privado y organismos internacionales le permite actuar como un socio estratégico en la formulación e implementación de reformas clave. CAF además se ha consolidado como la voz de la región en foros globales en donde se lleva a cabo la conversación.

Por otro lado, la gobernanza de CAF es notablemente eficiente debido a la participación en su directorio de los Ministros de Finanzas – quienes son tomadores de decisiones clave dentro de sus respectivos gobiernos. El directorio se reúne tres veces al año para deliberar y votar sobre financiamiento de proyectos y reformas institucionales. Esta participación de alto nivel garantiza que las decisiones se tomen de manera rápida, transparente y estratégica, alineando las operaciones financieras con las prioridades de desarrollo nacionales y regionales más amplias y con los objetivos institucionales del banco.

CAF opera como una institución cooperativa donde todos los miembros plenos tienen derechos de voto iguales, evitando una distinción entre prestamistas y prestatarios. Esto fomenta un sentido de asociación e igualdad entre los miembros. Esta estructura elimina las diferencias de estatus percibidas, promoviendo un entorno colaborativo donde el apoyo mutuo y la responsabilidad compartida impulsan la misión de la institución.

En resumen, el modelo de gobernanza único de CAF, su estructura cooperativa equitativa y su profunda experiencia regional lo posicionan como un socio de desarrollo altamente efectivo. Su capacidad para tomar decisiones oportunas, transparentes e inclusivas, junto con un profundo conocimiento de las complejidades de la región, le permiten a CAF generar resultados de desarrollo impactantes y sostenibles en toda América Latina y el Caribe.


¿Cuáles son los objetivos de BID/CAF en el medio y largo plazo?


BID: Nuestra nueva estrategia institucional, IDBStrategy+, es una hoja de ruta que comprende reformas y objetivos medibles para alcanzar nuevos niveles de impacto, unificando y concentrando el trabajo del BID, de BID Invest y del BID Lab bajo un mismo objetivo, en línea con nuestra ambición y con las reformas del sector financiero para el desarrollo mencionadas arriba. Esta estrategia ha sido aprobada en 2024, junto con nuevos modelos de negocio y más recursos para BID Invest y BID Lab, para apoyar el sector privado y la innovación.

En el marco de esta transformación, nuestra nueva estrategia define claramente tres objetivos prioritarios para el largo plazo en línea con los ODS: reducir la pobreza y las desigualdades, luchar contra el cambio climático y reforzar el desarrollo sostenible de la región. Estos tres objetivos están entrelazados y se refuerzan mutuamente, reflejando los desafíos estructurales de largo plazo de la región.

Al mismo tiempo, BID, BID Invest y BID Lab han articulado una nueva misión para alcanzar estos objetivos y enfrentar los complejos desafíos a los que se enfrenta América Latina y el Caribe: ser el socio preferencial para el desarrollo de la región, abordando las vulnerabilidades y liberando el potencial para fomentar el progreso transformador y combatir el cambio climático. Y esto con un enfoque integrado, fomentando la capacidad institucional, el estado de derecho y la seguridad ciudadana para mejorar la riqueza y la prosperidad de la región en las dimensiones climática, social y económica.

CAF: La CAF se ha ampliado de manera importante en su cobertura geográfica y ha evolucionado su modelo de gestión en línea con las necesidades de la región, convirtiéndose en un socio confiable y cercano para todos sus países miembro. A pesar de estos cambios significativos, el Banco se mantiene fiel a sus principios fundacionales. En ese sentido, sus objetivos generales siguen enfocados en subsanar las dificultades que surjan debido a los distintos niveles de desarrollo, a las diferentes condiciones económicas generales y particularmente de mercados, con el objeto de lograr el crecimiento armónico y equilibrado de ALC y fomentar proyectos que promuevan la integración regional.

CAF, ha delineado una estrategia con visión al 2026 que busca consolidarse como el banco verde y del crecimiento sostenible e inclusivo de la región. Esta estrategia se estructura en tres agendas fundamentales: Agendas Misionales: Estas responden a la visión estratégica de CAF y su razón de ser frente a los clientes externos. Las agendas misionales incluyen seis áreas clave: Transición Energética Justa, Resiliencia y Ecosistemas Estratégicos, Territorios Resilientes, Bienestar Social Inclusivo, Infraestructura Física y Digital, y Productividad e Internacionalización. Además de estas agendas misionales, CAF ha establecido agendas transversales y habilitadoras que complementan su plan estratégico, enfocándose en la inclusión, la sostenibilidad y el fortalecimiento institucional. En términos de financiamiento, CAF se ha comprometido a que el 35% de su financiamiento en 2024 esté destinado a proyectos ambientales, con la meta de alcanzar un 40% para 2026. Estas iniciativas incluyen la transición energética, la mejora de sistemas de agua y saneamiento, y la conservación de la biodiversidad, reforzando su papel en la mitigación de los efectos del cambio climático. Con esta estrategia, CAF busca ser un socio clave para la reactivación, el desarrollo sostenible y la integración de América Latina y el Caribe, traduciendo sus esfuerzos en mayor bienestar y calidad de vida para todos los habitantes de la región.

Luis Jiménez: Representante del BID, en Europa. Es licenciado en Relaciones Internacionales y Ciencia Política por la Universidad de Brown y tiene una especialización en Política y Desarrollo Económico por la Universidad de Columbia. Antes de su nombramiento en el BID, ocupó diversos cargos de liderazgo en organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud, el Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura y las Naciones Unidas.

Verónica Frisancho: Gerenta de Conocimiento de CAF. Doctora en Economía de la Pennsylvania State University con una licenciatura en Economía de la Universidad del Pacífico en Lima, Perú. Trabajó por más de 10 años como Economista Líder en el Departamento de investigación del BID. La investigación de Verónica se enfoca en temas de economía del desarrollo, con un énfasis en educación, mercados laborales en países en desarrollo, género, inclusión y educación financiera.

Lea Giménez: Asesora en la Oficina de Presidencia de CAF. Cuenta con un doctorado en Economía y posee una amplia experiencia en los sectores público y privado. Anteriormente, se desempeñó como Ministra de Hacienda, Secretaria General y Jefa de Gabinete de la Presidencia de la República del Paraguay. En el ámbito internacional, estuvo a cargo de la División del Sector de Instituciones del Banco Interamericano de Desarrollo

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